La palabra vanguardia es francesa. Es un término militar que designa a la parte más adelantada del ejército, la que se enfrenta primero con el enemigo, la «primera línea». Metafóricamente, en el terreno artístico la vanguardia es, pues, la «primera línea» de creación, la renovación radical en las formas y contenidos, al mismo tiempo cada vanguardia es contraria a la anterior, se enfrenta con lo establecido anteriormente, considerándolo obsoleto. Son movimientos literarios o artísticos que aspiran a hallar formas nuevas de expresión.
Vanguardia significaba innovar, dejando de lado las reglas y estamentos que ya estaban establecidos por los movimientos anteriores; por eso se dice que la única regla del vanguardismo era no respetar ninguna regla. La característica primordial del vanguardismo es la libertad de expresión.
Otra característica es la actitud provocadora. Se publican manifiestos en los que se ataca todo lo producido anteriormente, al mismo tiempo que se reivindica lo original, lo lúdico, desafiando los modelos y valores existentes hasta el momento. Se busca producir alguna reacción en el espectador, como rechazo, enojo, miedo… En todas las vanguardias se aprecia el carácter experimental y la rapidez con que se suceden las unas tras otras.
Las vanguardias llegan a España en 1908 a través de Ramón Gómez de la Serna.